Revisión de OLED flexible Corsair Xeneon Flex 45WQHD240: curvo o plano, su elección

Si considera que los monitores de juegos OLED están por encima, entonces el Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 está por encima de eso. Con un rendimiento de juego superior, una imagen impresionante y una inmersión inigualable, es una de las mejores pantallas para juegos que puedes comprar a cualquier precio.

Impresionante imagen con profundo contraste y color saturado.

La enorme pantalla envuelve completamente al usuario

Rendimiento de juego premium con respuesta rápida y bajo retraso

Color HDR un poco fuera de tono

Baja densidad de píxeles

Caro

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Cuando llegaron los paneles OLED por primera vez, la flexibilidad era una de las características prometidas. En teoría, uno podría tener un televisor o monitor que pudiera doblarse o enrollarse. LG hizo una demostración de un televisor enrollable en el CES de 2020 que se eleva desde un gabinete. Está disponible hoy en un tamaño de 65 pulgadas por la increíble suma de $100,000. Y, por supuesto, tenemos teléfonos plegables disponibles para la venta.

Sin embargo, Corsair es la primera empresa en presentar un monitor de computadora flexible. Elimina la cuestión de elegir entre un panel plano o curvo. Con el Xeneon Flex 45WQHD240, puedes tener ambas cosas. Con 45 pulgadas de ancho y una relación de aspecto de 21:9, es el monitor ultra ancho más grande que he visto hasta ahora entre los mejores monitores de juegos. La curva llega a 800R, que es un radio muy pequeño. También tiene una gran credibilidad en los juegos con 240 Hz, Adaptive-Sync, HDR y una amplia gama de colores. Vamos a ver.

En el mundo de los monitores de computadora únicos, el Xeneon Flex se destaca. Como OLED, se une a un grupo pequeño y selecto de pantallas con un contraste fantástico y colores intensos. El Flex tiene el mismo rango dinámico infinito que otros OLED que he revisado y cubre un poco menos del 100% de la gama de colores DCI-P3. Con algunos ajustes, ofrece una precisión de nivel de referencia y también ofrece un modo sRGB utilizable.

Aunque los OLED no son conocidos por su alto brillo, el Flex puede alcanzar 1000 nits en modo HDR cuando muestra pequeñas luces. El brillo del SDR es menor, como corresponde. En mis pruebas, una ventana del 25% midió alrededor de 437 nits, lo cual es respetable.

La credibilidad en los juegos es cortesía de una frecuencia de actualización de 240 Hz con Adaptive Sync. El Flex está certificado por Nvidia y AMD para G-Sync y FreeSync Premium que funcionan en un rango de 48-240 Hz. También tiene un retraso de entrada extremadamente bajo. En mis pruebas, demostró ser más rápido que otros monitores de 240 Hz por un cómodo margen.

La gran historia es la curva, por supuesto. El Flex es el primer monitor de computadora flexible disponible, y por el momento el único. Puedes dejarlo plano y disfrutar de una pantalla amplia perfecta para la productividad. O puedes doblarlo hasta 800R para disfrutar de juegos inmersivos. Puedes dejarlo en cualquier lugar entre esos extremos o simplemente doblar un lado. Se trata, efectivamente, de varios monitores en uno. El doblado se realiza manualmente con dos asas que se extienden desde los laterales.

Según Corsair, el ciclo de vida del Flex es de al menos 10.000 curvas, lo que en teoría tardaría muchos años en conseguirse. La garantía es de tres años para cero píxeles muertos y cero quemaduras. Se incluyen funciones de actualización y órbita de píxeles para mantener el estado del panel mientras está en modo de espera.

Hay mucho que ver aquí, así que comencemos a desempacar.

Flex es una pantalla de una sola unidad con un soporte integrado. No se requiere ensamblaje ni se puede quitar el soporte, ya que incorpora entradas y controles. La caja tiene un estilo despegable, como un televisor, que protege el contenido con bloques de espuma que se desmorona. Se incluyen una robusta fuente de alimentación de 240 vatios y DisplayPort, HDMI, USB AC y USB CC.

El Flex es una vista impresionante una vez que encuentras un lugar lo suficientemente grande para él. Se necesita algo de espacio a los lados para colocar las manijas que se deslizan hacia afuera cuando desea doblarlas o doblarlas. Mi reacción inicial fue un poco temerosa porque es difícil entender cómo doblar un monitor de computadora. El panel tiene sólo 6 mm de grosor, pero tiene un componente prominente abultado en la parte posterior y dos brazos estabilizadores que gestionan la acción de flexión. Para doblarlo, simplemente tire de las asas. Puedes doblar solo un lado si lo deseas. Suena un clic audible cuando alcanza el límite de 800R. El Flex es tan grande que su curvatura máxima es perfecta para jugar desde una distancia de visualización de tres a cuatro pies.

La calidad de construcción es ciertamente superior, con una base de metal sólida de más de un pie de profundidad. La estabilidad no es un problema. Un poco de textura adorna la parte posterior del montante, que es bastante ancha. Hay una manija de metal en la parte inferior central, que es útil para inclinar la pantalla. Avanza siete grados o retrocede 15. No hay giro ni ajuste de altura.

La resolución WQHD, o 3440x1440, se ve más comúnmente en pantallas de 34 pulgadas. Con una diagonal de 45 pulgadas, el Flex renuncia a cierta densidad de píxeles. Los 83ppi son menos que los 109ppi más familiares que se ven en un panel ultra ancho de 34 pulgadas o en un panel QHD 16:9 de 27 pulgadas. Esto significa que no querrás sentarte demasiado cerca para no ver la estructura de píxeles. La superficie de la pantalla también es inusual para un OLED porque es mate. La mayoría son muy brillantes y muestran reflejos fácilmente, pero el Flex se opone a esta tendencia.

El panel y el soporte del Flex son una sola unidad que no se puede desmontar. Los controles están en el frente debajo de la pantalla e incluyen un selector de entrada, un interruptor de encendido con LED y un joystick para controlar el menú. También se proporcionan dos puertos USB y un conector para auriculares, lo cual es muy conveniente. No hay altavoces incorporados. En la parte trasera hay dos entradas HDMI 2.1, una DisplayPort 1.4, una USB-C de vídeo y una segunda USB-C para periféricos. La pantalla está un poco baja para que quede perfectamente vertical sin un pequeño soporte debajo.

El OSD está completamente basado en texto, con sólo un pequeño gráfico de Corsair en la esquina superior izquierda. Al presionar el joystick se abre el menú. También puede ir directamente al selector de entrada presionando la tecla Entrada o haciendo clic derecho. Arriba selecciona el brillo, Izquierda ajusta el volumen, Abajo es el modo de imagen y Derecha es la entrada.

El Flex tiene seis ajustes preestablecidos de imagen, incluido el Estándar, que se puede calibrar utilizando la gama DCI-P3 y sRGB, que emplea el espacio de color más pequeño. A diferencia de la mayoría de los monitores, el modo sRGB del Flex se puede calibrar de forma independiente, lo cual es excelente para los profesionales que necesitan una calidad de referencia para ambos estándares de color. También obtienes tres ajustes preestablecidos de temperatura de color, un modo personalizado y tres opciones de gamma. Actualizar superposición es un contador de fotogramas y puedes crear tu propio punto de mira con diferentes combinaciones de formas que se muestran en la segunda foto de arriba.

Un monitor de este tamaño es perfecto para funciones PIP y PBP, que permiten visualizar dos fuentes a la vez. El Flex puede reemplazar fácilmente dos monitores con su amplia área de pantalla.

La configuración del sistema le permite activar y desactivar Adaptive-Sync y administrar las opciones de mantenimiento del panel. Un orbitador de píxeles desplaza la imagen hacia arriba y hacia abajo para evitar que se queme. Nunca lo notarás en acción. Me quedé mirando la pantalla durante bastante tiempo y apenas pude ver que sucediera nada. La opción Actualizar funciona mientras el Flex está en modo de espera. Corsair garantiza el Flex durante tres años contra quemaduras, por lo que confía en estas características. En mi propia experiencia, no he visto quemaduras en mi televisor LG OLED de dos años.

El Flex tiene una calibración certificada de fábrica, pero encontré algunas mejoras con los ajustes. Los controles deslizantes RGB funcionan con precisión y me permitieron calibrar los modos Estándar y sRGB por separado. Luego podría alternar entre ellos a voluntad. El seguimiento de gamma y color fue muy bueno desde el primer momento. He proporcionado mi configuración a continuación.

No hay ajustes en el modo HDR, pero encontré un seguimiento sólido en escala de grises con buena saturación de color.

Es difícil experimentar un monitor como el Flex y no caer en una corriente de adjetivos en la que paso horas ideando formas de describirlo con tantas palabras como sea posible. En lugar de aburrirlos con eso, simplemente diré que no hay absolutamente nada igual.

Primero está el tamaño. He revisado muchos monitores ultra anchos. La mayoría tienen 34 pulgadas de diagonal y brindan una envoltura decente alrededor del punto de vista. Los mega anchos de 49 pulgadas envuelven más pero carecen de altura, lo que puede sacar al usuario un poco de la experiencia. El Flex, con su pantalla de 45 pulgadas y curva 800R en plena curvatura, lleva la inmersión a otro nivel. Nada más se puede comparar, nada.

En cuanto a doblar versus plano, me encontré yendo y viniendo un par de veces, y luego me decidí por doblar. La mayor parte de mi trabajo se realiza en el centro de la pantalla, por lo que la curvatura no distrae al editar un documento de Word. Para tareas de hojas de cálculo, es bueno ver todos los números sin tener que desplazarse demasiado. La edición de gráficos es mejor con una pantalla plana. Entonces podrás juzgar adecuadamente la proporción y la perspectiva. El escritorio de Windows era brillante y vívido en el modo de imagen Estándar con negros verdaderos y reflejos brillantes pero no ásperos. Bajé el brillo al 75% por la noche, pero lo dejé al 100% durante el día.

La destreza en juegos del Flex es tremenda. El retraso de entrada es lo suficientemente bajo como para ser imperceptible. La respuesta de la pantalla está libre de cualquier borrosidad visible. El movimiento de precisión es el fuerte de este monitor. Caminar entre monstruos en el modo horda de Doom Eternal fue una experiencia adictiva. Literalmente no podía dejar de jugar hasta que mi chihuahua finalmente exigió su cena. El Flex me atrajo por completo. Deberá tener a mano un cronómetro o un despertador para recordarle cuándo es la hora de comer.

Y al igual que otros paneles OLED, se reproduce con mayor fluidez a velocidades de cuadro más bajas. Vi alrededor de 160 fps en Call of Duty WWII, pero era tan bueno o mejor que una pantalla LCD a más de 200 fps. Por supuesto, la imagen era impresionante con su rico color, negros verdaderos y profundo contraste. Aunque la densidad de píxeles es relativamente baja, el rango dinámico de la imagen borra cualquier percepción de la estructura de los píxeles.

El Flex es uno de los mejores monitores de juegos que he probado. Se ajusta a mi nivel de habilidad y estilo de juego, que en el mejor de los casos es informal. Atraerá a una amplia variedad de jugadores de todos los niveles hasta profesionales de la competición.

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Christian Eberle es editor colaborador de Tom's Hardware US. Es un crítico veterano de equipos audiovisuales y se especializa en monitores.

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